XVI Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas: El escándalo Werner. Sede SGAE, Madrid.

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La SGAE oferta al público y a profesionales de la escena una rara degustación teatral que consiste en la lectura y la representación de obras nuevas, novísimas, a través del Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas. La propuesta cumple ya su decimosexto aniversario y tiene forma de ciclo, elementos que le otorgan la calificación de “cita anual”. Según se anuncia en la convocatoria de este año, la edición 2011 tiene un encomiable fin comercial. La lectura de la obra se dirige especialmente a productores, distribuidores, programadores y gerentes de teatro con el sanísimo propósito de que la lleven a escena.

Son siete las obras que se van a “leer” durante los meses de noviembre y diciembre en la Sala Manuel de Falla de la sede de la SGAE, algunas de las cuales ya han sido meritadas con premios de la propia entidad de gestión.

Las lecturas tienen un par de grandes atractivos. Por un lado, deleitarse con dramas, comedias y propuestas creados por autores contemporáneos. La oferta teatral de nueva creación no abunda, así que siempre es fantástico conocer qué gestan los dramaturgos de hoy. El segundo aliciente es ver una puesta en escena (cuasi-teatro) en fase de desnudez, es decir, desprovista de maquillaje, vestuario, escenografía y de ensayos, por supuesto. Para los no profesionales ver a los actores agarrados al texto encuadernado en canutillo es una suerte de viaje al pasado a las funciones escolares de la infancia. Claro que el viaje dura poco y pronto volvemos al presente a asombrarnos con la enorme capacidad de los actores de interpretar a medida que recitan el texto. Es la enorme diferencia entre ser un profesional con tablas o un mocoso en la representación anual del cole.

El lunes 14 de noviembre se representó El escándalo Werner, escrita por Arturo Pinedo e interpretada por un grupo de nueve actores con pianista de acompañamiento. Tamzin Townsend (Un dios salvaje o El método Grönholm) dirigió el montaje.

La trama de El escándalo Werner se sitúa en la Alemania prebélica y se basa en hechos reales: los escándalos de altos militares que permitieron a Hitler afianzar su poder sobre este estamento. En cuanto al texto, éste se nota influenciado por esa mezcla extraña de humor y drama que es la película To be or not to be (Ser o no ser) de Ernst Lubitsch, con un Hitler ridículo y tragicómico, como el resto de sus acólitos. Se aparta en que El escándalo Werner parece querer decantarse por el lado terrible de la persecución nazi, que comenzó con cribas y espionajes dentro del propio partido. Como objeción, quizás apuntar que la combinación de escenas cargadas de risas y de tensión no esté del todo lograda y, en momentos, resulte difícil cambiar el estado anímico entre unas y otras. Es hilarante la escena de Hitler en la ducha y terrible la de los presos en el calabozo, pero juntas resultan de difícil digestión emocional. En cuanto a los actores, aplausos a todos por atrapar al público en un simple ensayo con libreto en mano, y muy especialmente a tres de ellos: Óscar de la Fuente, Adrián Viador y Beatriz Garrido.

El encuentro terminó con una charla con el público y con un detalle de finísimo gusto: una copita de cava para brindar por el autor. ¡Bravo!.

La clá
http://www.lacla.es

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Programa del XVI Ciclo SGAE de Lecturas Dramatizadas. Sede SGAE, Madrid.
http://www.sgae.es/xvi-ciclo-sgae-de-lecturas-dramatizadas/


Imagen:

Un momento de El escándalo Werner con Francesca Albiol como Werner von Fritsch. Fotografía de Ignacio Evangelista por cortesía de la SGAE.

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