La cantada vida y muerte del general Malbrú. Auditorio Universidad Carlos III.

malbru-slider2Dentro del programa pedagógico del Teatro La Zarzuela, se ha estrenado una adaptación contemporánea, bajo dirección escénica de César Diéguez, de la tonadilla escénica “La cantada vida y muerte del general Malbrú”. Este género, predecesor de la españolísima zarzuela, surgió para amenizar los entreactos de obras teatrales mayores. Un poco al estilo de los entremeses. Con el tiempo evolucionó, convirtiéndose en una pieza teatral en sí misma.

La adaptación de las historias del general Malbrú es una versión moderna de este género dedicada a niños. Con la introducción de dos personajes actuales, una curiosa pequeña, admiradora de historias de peleas, y un pícaro y gamberro ser mágico, su imaginación, se presenta al público más joven la historia del General Malborough.

El político inglés es el protagonista de la conocidísima cancioncilla “Mambrú se fue a la guerra”, que se popularizó a raíz de su original francés “Marlbrough s´en va-t-en guerre”. Como curiosidad, esta melodía inspiró un clásico de toda celebración cumpleañera “For he´s a jolly goog fellow” (“Porque es un muchacho excelente…”).

Esta canción fue muy popular en la Francia barroca y, en homenaje a esa estética, el espectáculo del Teatro de la Zarzuela ha tratado de recuperar ese ambiente preciosista en esta producción.

En el teatro actual hay una calidad enorme, pero lamentablemente se ha resentido en la parte escenográfica. Los admiradores de este arte teatral pueden disfrutarlo en producciones musicales, en especial en óperas y zarzuelas que se representan en el Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela. Por contra, el género propiamente teatral viene padeciendo últimamente la escasa apuesta por lo escenográfico.

En la producción de Malbrú, Pepe Corzo ha diseñado un teatrillo dentro del teatro (al estilo de los teatros de papel diseñados por Pollock) y vestido a los protagonistas de manera excesiva y caricaturesca, con unos deslumbrantes ropajes. La labor de este diseñador y figurinista para esta obra causa verdadero asombro y, sin duda, se merece los aplausos finales.

La tonadilla del Malbrú termina, como es de suponer, con su más célebre canción “Malbrú se fue a la guerra”, versionada en una adaptación corta. El público quedó encantado pero hubo cierta sensación de “gusa” final. Para matar ese gusanillo, valdría la pena lanzar un guiño al público y que cantantes, actores y público canten, como despedida última, las primeras y conocidas estrofas de Malbrú.

La producción parece que es itinerante. El próximo montaje está previsto que se celebre en el Festival Clásico de Almagro. Realmente, muy recomendable.

Una última anotación. Como parte del programa pedagógico, el Teatro de la Zarzuela ha editado un esmerado cuaderno que incluye ilustraciones de Pepe Corzo y breves referencias al origen de la zarzuela, la tonadilla, la producción… Está disponible en línea en la página del Teatro de la Zarzuela y su contenido es muy entretenido. Incluye, por ejemplo, indicaciones sobre cómo deben comportarse los niños en el teatro (con lecciones y sugerencias que este blog comparte para los no tan niños: Manual del buen espectador). Y también la insólita historia de “chorizos”, “polacos” y “panduros”, que eran el equivalente de los groupies en el XVIII.

La clá
http://www.lacla.es

*

Teatro de la Zarzuela
http://teatrodelazarzuela.mcu.es/es/

Imagen por cortesía del Teatro de la Zarzuela.