Música y teatro infantil son una combinación perfecta. Como un helado de chocolate y limón.
La música, en general, tiene siempre un efecto hipnotizador sobre las personas. Las coloca en un estado de ánimo acorde con el ritmo que suene.
Con los niños ocurre lo mismo. La música es un continuo sin interrupciones que acompaña perfectamente cualquier narración. Por ese motivo es habitual que surjan asociaciones de músicos y compañías teatrales. Uno de los ejemplos más prestigiosos del panorama teatral infantil es el de la compañía de títeres Etcétera, que acompaña sus espectáculos con música de concierto.
Por otro lado, el teatro infantil tiene, la mayoría de las veces, un propósito social distinto al teatro de los adultos pero igualmente importante. Si en el teatro “de mayores” es habitual encontrar reflexiones sobre la sociedad en que se representa, el teatro de niños tiene el loable propósito de educar a los pequeños adultos. Las obras son en ocasiones teatralizaciones de cuentos clásicos, con su tradicional moraleja.
Las compañías “Quinteto Respira” y “Teloncillo Teatro” han tomado precisamente dos cuentos clásicos, para acompañar musicalmente sus respectivas narraciones. En la Feria de Ciudad Rodrigo han montado “Ferdinando, el Toro”, con texto de Munro Leaf y música de Mark Fish, y “El patito feo”, de Hans Christian Andersen, con música de John Mills.
Las actrices Ana Gallego y María Negro escenificaron estos dos cuentos, explicando también el carácter de los personajes interpretados por los instrumentos musicales. El resultado es una propuesta pedagógica muy recomendable para la iniciación musical y teatral de niños.
Gracias a los instrumentos de viento (flauta, oboe, corno inglés, clarinete, trompa y fagot), los niños asistentes al espectáculo se convirtieron en pequeños ratoncillos que siguieron la narración embaucados como si se tratase del mismo flautista de Hamelin.
La clá
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Teloncillo Teatro: Concierto Teatralizado.
http://www.teloncillo.com/repertorio/Concierto-teatralizado/Respirando-cuentos/
Imágenes cortesía de Teloncillo Teatro. Fotógrafo Nacho Carretero.
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