What is it you want, Mary?
What do you want? You want the moon?
Just say the word and I´ll throw a lasso around it and pull it down.
Hey, that´s a pretty good idea.
I´ll give you the moon, Mary.
En los años de la Segunda Guerra Mundial, el cine americano produjo películas destinadas a insuflar optimismo a los combatientes. Frank Capra, que en los años anteriores a la guerra había tenido grandes éxitos cinematográficos, se enlistó y su trabajo durante la contienda consistió en la producción de documentales de tipo propagandístico sobre la guerra. A su regreso, fundó con los directores William Wyler y George Stevens el estudio “Liberty Films”. Su primer trabajo fue la producción de uno de los clásicos incontestables de la historia de la cinematografía: “It´s a wonderful life”, conocida aquí como “¡Qué bello es vivir!”.
Capra, que participó en la escritura del guión, realiza un viraje en su patriotismo y enfoca su visión artística hacia la clase media americana. Los hombres ordinarios, la familia, las historias comunes y las poblaciones de pequeño tamaño son los pilares que sustentan a Estados Unidos. La guerra ha finalizado y ya no es el soldado combatiente el que requiere dosis de esperanza, sino el trabajador medio. Nadie como uno de los mejores actores de siempre, James Stewart, para representar a George Bailey, un tipo común que ha dejado sus sueños de juventud en el camino y ve cómo los problemas financieros y la pérdida del trabajo le dejan en una situación angustiosa.
Stewart había combatido también en la guerra como piloto. Su primera película tras la guerra fue con un director con el que ya había trabajado anteriormente. Capra y Stewart se embarcaban así en una producción que les haría eternos. La película tuvo, inicialmente, una acogida desigual para la crítica. Recibió varias nominaciones a los premios Óscar®, de las que se llevó sólo una estatuilla por la producción técnica. La película hoy se ha convertido en un clásico televisivo navideño y siempre aparece en la lista de las mejores películas de la historia.

It’s a Wonderful Life (1946) Dirigida por Frank Capra
James Stewart siempre tuvo predilección por este papel. La producción, curiosamente, ha recibido reproches antagónicos. En la época de la caza de brujas, se vieron tintes comunistas en la defensa del trabajador medio en su lucha contra el banquero codicioso (interpretado por Lionel Barrymore). Otros (entre los que confieso que siempre me he encontrado), ven la película como un alegato meloso y patriótico de la sociedad americana. Los más incrédulos y escépticos preferimos esa otra visión que trajeron los grandes dramaturgos americanos, con Arthur Miller a la cabeza, sobre la América de la posguerra. Un año más tarde de la película de Capra, Miller escribía “Todos eran mis hijos”, y dos más tarde “Muerte de un viajante”. En ambas, Arthur Miller mostraba una visión mucho más degradada del sueño americano. Sus anti héroes no se redimían como el personaje de George Bailey de Capra.
El éxito de ¡Qué bello es vivir! explica que haya tenido una azarosa vida desde el punto de vista de los derechos cinematográficos. La película fue producida por un estudio independiente, pasando posteriormente por diferentes propietarios hasta su adquisición y control por una de las major, el grupo Viacom. Precisamente el original de Capra fue uno de los ejemplos con los que los estudios realizaron lobby para lograr una extensión del plazo de duración de derechos cinematográficos sobre obras clásicas. En esa batalla por los derechos, la película vivió un corto período en el dominio público, hasta que una sentencia del Tribunal Supremo americano sirvió para que fuese restituida a los estudios cinematográficos.
Si las fiestas navideñas se caracterizan por ser una sucesión de tradiciones comunes, es porque grandes clásicos de todos los géneros han contribuido a perpetuar ciertos ritos, tanto paganos como religiosos. La emisión televisiva de ¡Qué bello es vivir! es uno de ellos (los canales Paramount y TCM la han incluido en su programación navideña). Y, sin duda, las producciones de radioteatro van camino de convertirse en otra tradición especial.
Este año José María Pou repite con la cadena Ser su apuesta por la emisión teatral radiofónica navideña. Si en 2013 fue “Cuento de Navidad” de Charles Dickens, Pou se ha atrevido en 2015 con el clásico de Frank Capra. No es la primera versión radiofónica de la película. El propio James Stewart participó en su día en montajes de radio de la historia de su personaje más querido, George Bailey.
En la producción de la Cadena Ser han participado algunos de los mejores actores del cine y de la escena, junto con conocidos de la casa radiofónica. En un mensaje publicado en la página dedicada al programa, José María Pou recuerda que él mismo debe gran parte de su formación y vocación a la escucha de este tipo de programas, “en las que autores, actores, técnicos y directores, se confabulaban para estimular mi imaginación, llevándola mucho más allá de una realidad que, a su vez, me ayudaban a entender”.
José Sacristán, Aitana Sánchez Gijón, Tristán Ulloa, José María Pou, Javier Cámara, Pepe Viyuela, Nancho Novo… participan en este montaje radiofónico, prestando voces y talento interpretativo. Se podrá escuchar este 25 de diciembre y también el día de Reyes.
Sin duda, esta producción radiofónica merece convertirse en una tradición navideña casera. ¡Felices fiestas!.
La clá
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¡Qué bello es vivir! – Producción de Radioteatro de la Cadena Ser
http://cadenaser.com/especiales/seccion/cultura/2015/el-cuento-de-navidad-que-bello-es-vivir/
Ilustración e imágenes de la producción radiofónica por cortesía de la Cadena Ser.
Diseño: Pon un diseñador en tu vida http://www.ponlo.es Fotógrafo: Goyo Conde.