El ambigú del Kamikaze es la cara B de este teatro, la sala en la que se programan monólogos y obras de pequeño formato. Situado en la antigua barra sobre la planta superior, este espacio ha pasado a integrarse como el off del teatro.
En estos días de primavera puede verse un montaje extraño y reflexivo, alejado de la fácil comicidad que suele encontrarse en obras de pequeño formato. Estamos ante un concierto teatralizado en el que pueden escucharse piezas de Wagner, Bach, Strauss, Chopin… mientras que, por encima, una ensordecedora voz, la de la actriz y dramaturga Lola Blasco (Premio Nacional de Literatura Dramática 2016) reflexiona sobre la relación entre arte y maldad.
Para ello Blasco toma como referencia el ejemplo más paradigmático de todos: el de las atrocidades cometidas por los nazis contra el pueblo judío. Mientras se escuchan bellísimas piezas musicales interpretadas al piano por Alexis Delgado, se nos recuerda la relación (más o menos directa) entre compositores y las torturas afligidas contra grupos de personas.
El diagnóstico es espeluznante para todos los que creemos en la creación como uno de los pocos reductos en los que el ser humano se sublima y redime. Pues bien, la cultura no nos hace mejores, y la ilustración y el humanismo acaban convirtiéndose en atributos de clase que afianzan la creencia en razas o seres superiores a otros.
Música y mal también pone ante el público una reflexión muy de actualidad. La de la posibilidad de apreciar el arte abstrayéndonos de sus creadores. Este debate ha resurgido con escándalos como el de Harvey Weinstein, Kevin Spacey o Woody Allen, acusados de abusos en su entorno laboral. En el periódico EL PAÍS (¿Qué hacer con el arte de los hombres monstruosos?) la escritora Claire Dederer defendía la imposibilidad de disfrutar de películas de estos creadores conociendo la actitud moral de sus creadores.
La obra de la dramaturga Lola Blasco nos sitúa en una toma de postura mucho más compleja. Difícilmente seríamos capaces de apreciar cualquier arte adoptando este criterio. La reflexión verdaderamente terrible es que ni la producción ni el disfrute de la belleza nos hace mejores como seres humanos.
La clá
*
Pavón Teatro Kamikaze.
http://teatrokamikaze.com/programa/musica-y-mal/
Imágenes por cortesía del Pavón Teatro Kamikaze.