En Casa. El Monólogo de Homebody/ Kabul. Teatros Canal, Madrid.

en casa

A finales de los años noventa, el dramaturgo norteamericano, Tony Kushner, escribió Homebody/ Kabul, una pieza que en su integridad dura más de tres horas. La obra cosechó éxitos y polémica al tratar la historia de Afganistán, y de su relación con los sucesivos conquistadores, justo unos años antes de los atentados del 11 de septiembre.

El texto de Kushner serpentea entre la historia de Afganistán y la cotidianidad de su protagonista, una londinense culta que, en su madurez, dedica gran parte del tiempo a leer textos alternativos, viejos libros descatalogados, y guías desfasadas. Vicky Peña, la gran dama de las tablas, da vida a esta mujer curiosa, aburrida de su matrimonio y de su entorno social. Como quien rescata un gen ancestral, la protagonista de esta conversación abierta (dirigida hacia un desconocido interlocutor colectivo), corre en su imaginación por imperios perdidos, como si se tratase de Laurence de Arabia, a lomos de su butaca y de su imaginación.

El atractivo del texto de Kushner surge por la habilidad con que emplea la tradición oral en el despertar de la imaginación de los espectadores. Vicky Peña arrulla con la lectura de una guía que habla de sucesivos conquistadores en Kabul, del cambio de paisajes, de fronteras reconquistadas, de nombres evocadores que bautizan ríos y montañas. Cuando ella baja la lectura de la guía, se produce la mutación, y la mujer se convierte en un personaje beckettiano. No puedo evitar ver en esta mujer solitaria, pedante, y a ratos fastidiosa, un reflejo de la Winnie atrapada en una montaña de Happy Days, una de las obras cumbre de Samuel Beckett.

El diálogo hacia un público que actúa como pared de frontón, devolviéndole inmisericorde la perorata espetada, bebe en la tradición evocadora del absurdo que Becket magistralmente supo representar. Esta mujer anónima se reconoce irritante, su dicción y su sintaxis lo son. Cuenta, al mismo tiempo, con un fino humor inglés. Sus pedanterías las auto – atribuye a la lectura constante de libros, al fin y al cabo sus padres nunca hablaron así. Al anonimato le acompaña una especie de vacío espacial. Estamos en Londres, pero las calles son voluntariamente anónimas. Mientras ella va dando referencias geográficas a Afganistán (a través de la lectura de su pequeña historia del país), las de la ciudad cosmopolita van diluyéndose. En nuestra imaginación van formándose etéreas imágenes del valle del Hindú Kush, mientras que las calles metropolitanas no necesitan ni ser evocadas para tenerlas presentes en el relato.

El contraste entre dos mundos tan alejados en una misma narración, y su falta de épica va generando el atrapamiento de un público, que acaba en estado de quietud absoluta, frente a la poderosa palabra y presencia de Vicky Peña. La producción de Mario Gas ha optado por suprimir el segundo tercio de la obra original. El texto es denso, y su protagonista pasa de ser adorable, en su curiosidad, a terriblemente tediosa en su neurosis. El montaje del espectáculo en versión recortada, con Vicky Peña como epicentro absoluto, es seguramente un acierto. La evocación de un mundo lejano que impactó sobre el mundo occidental, haciendo derrumbarse todo lo que creíamos cierto y perdurable, no requiere más.

La clá

www.lacla.es

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En casa. El monólogo de Homebody / Kabul.

https://www.teatroscanal.com/espectaculo/en-casa-homebody-kabul-vicky-pena/

Teatros Canal

26/09/2019 -13/10/2019

SalaVerde. Duración: 1h 10min

Imágenes cortesía de Teatros Canal.