
En 2016 Magda Calabrese, productora y directora audiovisual, realizó el documental Teatro ¿off?, que puede verse en diferentes plataformas, entre ellas Filmin. Arranca el documental con extractos de diferentes propuestas de teatro alternativo, y titulares de prensa de periódicos como El País o el ABC. El teatro off en Madrid se ha calificado de fenómeno cultural, tanto que se viene hablando desde hace años de una “movida” teatral.
Sin embargo, en el momento en que el documental salta del titular a lo testimonial, se ve el reverso oscuro de este impulso creativo. Detrás de lo alternativo se esconde la precariedad, con artistas cobrando entre 15 y 19 euros al día en salas con llenos de 50 butacas. El medio claramente no es un sustento de vida para la gran mayoría de las compañías.
Por el documental se pasean los gestores de algunas de las salas off más reconocidas: Sala Bululú, Sala Tú, La puerta de al lado, La Nao 8, La escalera de Jacob, Microteatro por Dinero, Teatros Luchana…
Muchos testimonios coinciden en el veredicto: hay mucha ilusión, y poco apoyo a este tejido teatral. Al mismo tiempo, el público viene respondiendo de manera muy positiva, hasta el punto de haberse creado un tipo de aficionado al off teatral. Lo que mejor funciona en estas salas son géneros como la comedia, el cabaret, el teatro en pequeño formato, y, claro está, el espectáculo infantil.
Casi todas las salas persiguen convertirse en teatros de barrio, impulsando la llegada del público de los aledaños. Tratan, por tanto, de huir de la endogamia artística. Aquéllo de ser público amigo de la compañía artística que actúa, acaba conduciendo a la precariedad. Por ese motivo casi todas las salas y teatros buscan generar un público “de calle”, en contraposición al público profesional.
Su ambición, además, es general nuevos públicos, que atraídos por el off acaben acudiendo a los “teatros grandes”.
La parte final del documental se dedica a defender la bajada del IVA cultural, bajada que se produciría un año después del estreno. En el documental aparece Jesús Cimarro que, lamentablemente, vuelve a tomar protagonismo en tiempos de crisis como gran valedor de la industria de las artes escénicas en estos tiempos de pandemia. Entonces Cimarro reclamaba la reducción del IVA que había tenido como efecto perverso, el encarecimiento de las entradas y la disminución del público. Hoy Cimarro viene defendiendo la inmensa labor que se está haciendo desde el sector por garantizar la seguridad de los asistentes a salas, festivales y teatros, al mismo tiempo que promueve el necesario apoyo económico.
El fenómeno del off madrileño (que además ha eclosionado también en otras ciudades), demuestra que existe un nutriente creativo que acaba impulsando el consumo cultural en los barrios en que se asientan estas salas y teatros. Para tener cualquier tipo de industria cultural vigorosa es importantísimo tener propuesta cultural diversa. Además, el off es probablemente el mayor generador de nuevos públicos que existe, y el objetivo máximo de la hoja de ruta de las artes escénicas en los próximos años.
El documental de Magda Calabrese, Teatro ¿off?, ha sido galardonado e incluye entrevistas con los gestores de algunas de las salas teatrales más importantes de Madrid.
La clá
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Imágenes cortesía Objetivo Family, productora audiovisual.