Sensacional el éxito de Enrique Piñeyro el pasado fin de semana en los Teatros del Canal. La enorme sala roja colgó el cartel de entradas agotadas. Ha debido funcionar el boca a boca. Y las ganas de pasar un buen rato entretenidos, han hecho el resto.
El arranque del espectáculo es absolutamente sensacional. Sobre el escenario, una enorme cabina de piloto, situada entre dos pantallas, que simularán el aterrizaje de emergencia del vuelo de Avianca 052. La escenografía es epatante, con las nubes rozando sobre un auditorio que directamente vive la sensación de estar en vuelo.
Este poderío es sólo una puesta en situación de un monólogo que es una mezcla logradísima entre un one-man-show, un Ted-Ex, un documental de Michael Moore, un stand-up comedy y un evento corporativo. El espectáculo corre a cargo de Enrique Piñeyro, que es un argentino tan inclasificable como su espectáculo. Médico, piloto de avión, director de cine, actor y personaje público.
Con Volar es humano, aterrizar es divino, Piñeyro ha triunfado en teatros argentinos, y no es la primera vez que recala por aquí. Visto el éxito no será la última.
En tono cómico y sabiamente conciliador, Enrique Piñeyro desmonta los miedos humanos a las cosas más insólitas, entre ellas el miedo a volar. Mezcla en este ejercicio, noticias de prensa, crítica política, anuncios publicitarios… Piñeyro tiene un parlamento entretenidísimo de seguir, incluso en los momentos en que se va por las ramas.
El mensaje final, lo deja bien apuntalado. El miedo humano es algo poderoso que debemos combatir con sentido común y precaución. Los errores son habituales y necesarios en cualquier actividad humana. Es importante despojarlos del criterio de culpabilidad, analizarlos objetivamente, y someter cualquier actividad a simulacros, análisis y aprendizaje colectivo.
Hay espectáculos que están hechos para ir en pandilla, y para luego continuar en animada charla. Piñeyro ha ideado un show de estas características, con un arranque absolutamente sensacional.
La clá
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Volar es humano, aterrizar es divino. Teatros del Canal.
La clá 