Fariña. Teatro Cofidis Alcázar.

Fariña ha sido sin duda uno de los éxitos de la temporada teatral más extraña de las que se recuerdan. Importada de las Naves del Matadero del Teatro Español, Fariña ha pasado a una de las carteleras más comerciales, la del Teatro Cofidis Alcázar en la calle de Alcalá.

En 2015 se publicaba la novela de Nacho Carretero en torno al mundo del tráfico de droga en Galicia. El título, “Fariña”, es el nombre en argot de la cocaína en gallego, que juega con el blanco de la harina. Como en las mejores producciones americanas, la novela ha desplegado todo tipo de spin-off en diferentes formatos creativos. En 2019 se publicó la versión de novela gráfica, con ilustraciones de Luis Bustos y textos del propio Carretero.

Bambú Producciones y Atresmedia Televisión son los artífices de la producción audiovisual que fue uno de los éxitos en 2018. El personaje de Sito Miñanco, interpretado por Javier Rey, el del sargento, por Tristán Ulloa y el trabajo del enorme elenco artístico fueron parte del éxito de la serie.

En 2020 llegó el salto a la escena, pero desmontando a los predecesores. La pieza está escrita de nuevo por Nacho Carretero, en tándem con el dramaturgo José L. Prieto. El texto surgió bajo dos premisas. La primera: dotar a la historia de comedia, verbena, fiesta y música, y no centrarse exclusivamente en la fiereza del relato. La segunda: ofrecer algo nuevo que ni el libro, ni la serie ni la novela gráfica hubieran aportado hasta ahora.

Quien haya leído el libro o visto la serie se va a encontrar, efectivamente, con algo diferente. La historia del narcotráfico en Galicia se presenta como una gran convención política. El arranque es un desfile de pasillo de todo el elenco actoral: Marcos Pereiro, María Vázquez, Sergio Zearreta Cristina Iglesias y Xosé A. Touriñán. Subidos a escena espetarán los kilómetros de costa de Galicia, y relatarán cómo la serpenteante orografía de costa permitió que la Costa da Morte se convirtiera en centro neurálgico de naufragios y más tarde en puerto de droga.

Desde las canciones de Siniestro Total que acompañan al público antes del inicio de la función, hasta el final de la pieza, Fariña impregna salazón, brumas, lanchas y galleguismo a escena y al patio de butacas. Metidos en ese ambiente, Fariña nos adentra en el costumbrismo gallego, en verbenas populares donde se trapichea con tabaco esquivando la mano dura de la ley.

Los actores, con la ayuda de un guardarropa a vista del público, van alternando personajes. Serán paisanos, políticos, contrabandistas, periodistas, policía y traficantes. Cristina Iglesias y Sergio Zearreta introducen los elementos musicales en directo, con batería, guitarra y canciones en galego. María Vázquez protagoniza dos grandes momentos. Se transmuta en la personificación de la cocaína, en un monólogo delirante. Y vivifica la lucha contra los cárteles a través de la historia de las madres, en una escena en la que el uso de cámara e interpretación se sincronizan para producir una sensación escalofriante.

Marcos Pereira es el perfecto actor bisagra en esta historia coral, en la que lo mismo se necesita un guardia civil que un contrabandista. Como el humor es la nota predominante, Pereira le infunde la sutil guasa gallega al asunto. Xosé A. Touriñan apabulla con su carisma cuando hace de político gallego. En la Fariña teatral no hay grandes protagonistas, pero sí destacan algunos personajes, como la madre combatiente o este político de bigote que va repartiendo fajos en comuniones.

A un elenco en estado de gracia (gallega), hay que sumarle el trepidante ritmo de avance en la acción. Las décadas de contrabando y droga en Galicia se van sucediendo con acierto y con una buena combinación entre frivolidad y realismo. Hacia el último tercio la fórmula se resiente un poco, y un recorte en las escenas de cocaína y heroína aligeraría la sobreexposición. En todo caso, los creadores de Fariña, con Tito Asorey en la dirección escénica, saben terminar como merece la obra, en alto, y con el volumen alto. Hay hasta tema original en la pieza a cargo de Novedades Carminha.

Último apunte para el excelente trabajo técnico. La sucesión de ambientes sólo es posible con un elenco sincronizado al milímetro con luces, escenografía y espacio sonoro.

Fariña es un exitazo merecido de nuestro Broadway particular que es la calle Alcalá con Gran Vía, y tiene el equilibro justo para encandilar a público veterano y atraer a nuevos públicos. Doble mérito.

La clá

www.lacla.es

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Fariña. Duración aproximada: 105 minutos.

Fariña – Grupo Smedia

Imágenes cortesía de Grupo Smedia.