
Pasearse por el Salón Internacional del Libro Teatral es cita obligada para los lectores de teatro. Genera la misma sensación de expectación que la Feria del Libro en Madrid, con sus ventajas. El Salón se organiza a puerta cerrada, rodeado de moqueta roja y con las butacas del Teatro Valle Inclán como escenario construido para charlas y debates.
La cita dura cuatro días e incluye lecturas dramatizadas, conferencias y presentaciones de novedades editoriales. Entre el público que acude hay mucho aficionado y, por supuesto, profesionales de las artes escénicas. Es habitual encontrarse con dramaturgos, divulgadores, productores o actores. Entre semana suelen acudir alumnos de escuelas teatrales. Y luego está, por supuesto, el Premio Teatro Express dirigido precisamente a autores teatrales que, junto con los editores, son los protagonistas de este Salón.
La percepción de los libreros para esta edición ha sido casi unánime. Este año el Salón del Libro Teatral ha funcionado bien y ha estado muy animado. Entre los expositores hay editoriales, asociaciones, teatros y centros de investigación.
Para los visitantes lo más recomendable es hablar con los editores y dejarse seducir por sus novedades editoriales. Ediciones Antígona, por ejemplo, presume de algunos de los textos más alabados en temporadas recientes, como los de Alfredo Sanzol o José Troncoso. Ediciones Antígona además ha colaborado con teatros como el Pavón Teatro Kamikaze para el que sacó la colección cofinanciada con la beca de dramaturgia contemporánea.
Por su parte, Fundación SGAE destaca por su labor de promoción de textos inéditos. Sobresalen las ediciones del Teatroautor con premios como el de Teatro Ana Diosdado. Otra de las colecciones más cuidadas es la que Fundación SGAE edita con Anaya, “Sopa de Libros”, y en la que es posible disfrutar de dramaturgia pensada para pequeños y adolescentes. La colección atesora ya grandes títulos, especialmente recomendables para el público más joven.
Parada y fonda obligada es charlar con los editores de La Uña Rota que se ha convertido en otra de las editoriales de referencia en teatro. Desde su centro de operaciones en Segovia han conseguido que grandes dramaturgos como Angelica Lidell o Juan Mayorga sientan que sus textos son cuidados y mimados en cada edición. Labor importantísima de esta editorial es el diseño de los libros como objeto en sí mismo, y el diseño a cargo de una cantera de talentosos ilustradores.
Comparto las adquisiciones de este año:
De Fundación SGAE y ANAYA, por supuesto, un título dedicado a los más pequeños. En este caso La increíble historia de la caca mutante, escrito por Antonio Álamo y con ilustraciones de Chema García.
De la colección Teatro Autor y recomendado por el equipo de Fundación SGAE, un título escrito por la dramaturga Josi Alvarado, La Tarara. Una narración recortada en distintos tiempos y cosida en torno a la canción popular “La Tarara”, historia de transiciones de género y rechazo social.
Ediciones Antígona presume de rabiosa actualidad con algunos éxitos de cartelera publicados en su colección. El teatro editado permite, además, acercarse a dramaturgias que no hemos podido disfrutar en escena (por agenda propia). En este caso, cayó Otoño en Abril, de la dramaturga Carolina África.
Por último, recién salido de imprenta, uno de los primeros ejemplares de “581 Mapas”, una genialidad de Ediciones de La Uña Rota. El texto de Juan Mayorga es parte de su colección Teatro para Minutos, una sucesión de obritas, entre las que destaca esta historia que condensa la imaginación y la buena escritura de Mayorga. La pieza formó parte de la obra teatral Voltaire, y ahora se ha editado en un libro que es mitad Juan Mayorga y mitad Daniel Montero, el ilustrador de cabecera de los textos de Mayorga.
Me ocurrió con Intensamente Azules un juego dramático en clave de alter ego que Mayorga montó con el actor César Sarachu, y ahora repito sensaciones con 581 Mapas. Daniel Montero y Juan Mayorga tienen una cuenta pendiente: levantar un montaje con las ilustraciones de Montero por escenografía. Veo una producción audiovisual, muy al estilo de lo que hace la compañía británica 1927, con imágenes en movimiento rodeando la acción. El libro que ahora acaban de editar ahonda en esa línea. Texto y mapas imaginarios dialogan entre sí. Una edición que es otro regalo del mimo que La Uña Rota regala a sus autores.
Recuerden que cualquier librería que se precie tiene una buena colección de teatro. También existen librerías especializadas y, por supuesto, está el catálogo online de todas estas editoriales. No hay excusa para no leer teatro.
La clá
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Salón International del Libro Teatral
Imágenes cortesía de las editoriales.