
El pasado miércoles 30 de noviembre se celebró en la sede la Sociedad General de Autores en Madrid un foro dedicado al estado de las artes escénicas en nuestro país desde el punto de vista regulatorio y jurídico.
La charla, en la que participaron importantes representantes del sector, estuvo organizada por la Asociación Española del Derecho del Entretenimiento, DENAE (www.denae.es), entidad para profesionales jurídicos del sector cultural, tecnológico y del entretenimiento. El encuentro se enmarca en las actividades continuas de difusión y promoción que realiza la asociación DENAE y, en particular, dentro de un ciclo continuo de debates sobre el sector escénico que se inició en el año 2017. En ediciones pasadas, profesionales del sector debatieron sobre la situación del sector teatral, el estatuto del artista o el auge del género del conocido como “Teatro Documento”.

El evento, en formato de mesa redonda, estuvo moderado por Jorge Sánchez Somolinos, Gerente de Artes Escénicas en SGAE y contó con los siguientes panelistas:
- Jesús Cimarro, empresario y productor teatral. Director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y de Pentación Espectáculos. Miembro fundador de la Academia de las Artes Escénicas.
- Miguel del Arco, dramaturgo, guionista, director, adaptador y actor. Miembro fundador de Kamikaze Producciones.
- Itziar Pascual, dramaturga, pedagoga, investigadora y periodista. Profesora de Dramaturgia en la Real Escuela Superior de Arte Dramático – RESAD.
- Nerea Sanjuan, abogada. Directora de Cultura, Deportes y Entretenimiento en Andersen España.
Los participantes del foro “El futuro del teatro en España. El derecho como herramienta” coincidieron en resaltar la buena salud del talento escénico en todas sus formas (autoría, interpretación, escenografía, producción, dirección, etc.), y en aplaudir la enorme creatividad de la dramaturgia viva contemporánea. Esta buena salud de la creación contrasta con el escaso apoyo financiero y de exhibición de las instancias públicas estatales, autonómicas y municipales hacia el sector.
El debate giró en torno a tres aspectos fundamentales. El primero, la enorme preocupación por la excesiva polarización del circuito teatral en dos grandes ciudades. Espectáculos de enorme éxito comercial y de público no están girando en los grandes teatros de titularidad pública. Los teatros de grandes capitales de provincia están programando sólo cuatro días al mes. Los participantes reclamaron una mayor presencia de producciones escénicas en teatros municipales y que se amplíe en tiempo la oferta en cartel, de forma que no se limite a “teatro de un día por semana”.
Jesús Cimarro dio datos sobre el sector: “la distribución teatral tras la pandemia ha caído en picado: se ha reducido un 60% la programación en teatros municipales”.
Jorge Sánchez Somolinos subrayó la concentración del circuito escénico en dos grandes ciudades. Según datos de la SGAE, las ciudades de Madrid y Barcelona concentran el 54% del negocio de las artes escénicas. En contraste, las Comunidades Autónomas de Andalucía, Valencia y País Vasco representan el 23% de este negocio.
El segundo aspecto que se subrayó es la precaria dotación económica a un sector, el teatral, que es una fuente generadora de riqueza en empleos y que contribuye a la dinamización urbana. El Festival Internacional de Teatro de Mérida es responsable del 40% de la facturación turística de la ciudad durante los dos meses de verano en que se celebra. El Pavón Teatro Kamikaze, proyecto que tuvo que cerrar en su formato de teatro físico por el escaso apoyo institucional que obtuvo, dinamizó completamente el barrio de Embajadores en Madrid.
Durante el debate se propusieron algunas medidas para paliar la situación: mayor dotación presupuestaria en los Presupuestos Generales del Estado (equiparándonos a países del entorno); reducción del IVA de las contrataciones de espectáculos del 21% al 10%; aprobación de la ley del mecenazgo; dotación de incentivos fiscales para la inversión privada; impulso del circuito escénico por el INAEM.
Jesús Cimarro destacó que países del entorno dedican entre el 2% y el 3% de los presupuestos generales a una partida cultural y enfatizó que la cultura genera retorno a la inversión. En sus palabras, “todo se soluciona invirtiendo en cultura, no subvencionando”.
Nerea San Juan apuntó que el sector escénico cuenta con muchas menos ayudas en comparación con el audiovisual y propuso una mayor equiparación con el segundo con la aprobación de un marco regulatorio que fomente la seguridad jurídica.
Finalmente, los ponentes pusieron énfasis en la absoluta necesidad de atraer a público joven a las salas teatrales, principalmente a aquél con edades comprendidas entre los 14 y los 25 años. Instituciones como el INAEM o el Instituto Cervantes deben acometer una renovación absoluta de su estrategia de apoyo al sector de las artes escénicas. La dotación actual de estos organismos hace imposible plantear giras nacionales e internacionales. El teatro es un arma cultural potentísima y contribuye al fortalecimiento económico del país.
Miguel del Arco compartió la experiencia de Kamikaze Producciones con jóvenes de institutos que participaron en debates abiertos tras la función de “Jauría” (que puso sobre escena el caso real del juicio por violación de La Manada). Kamikaze Producciones editó una guía didáctica para que profesores pudieran trabajar el tema con los alumnos.
Respecto a la necesidad de captar nuevos públicos, Miguel del Arco comentó “debería ser una obligación que teatros públicos tuvieran un mínimo de funciones escolares”.
Itziar Pascual quiso resaltar la calidad de la producción escénica contemporánea. Destacó dos aspectos muy positivos “el estado poderoso de la dramaturgia viva existente, en cantidad y calidad, y la renovación del mapa de la pedagogía teatral en España”.
La clá
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DENAE: http://www.denae.es
SGAE: http://www.sgae.es
Imágenes cortesía del equipo de DENAE.