
Recorrer la exposición de la actriz Tilla Durieux (Viena 1880 – Berlín 1971) es recorrer el final del siglo XIX y adentrarse hasta el ultimo cuarto del siglo XX. Su biografía está plagada de éxitos y grandes nombres, también de los horrores de las guerras y de la huida. Es, además, un reconocimiento hacia la fascinación que provocó esta mujer de enorme talento en artistas e intelectuales. Fue retratada por pintores como Auguste Renoir, Oskar Kokoschka y Max Oppenheimer. Trabajó con el director teatral Max Reindhart, una de las figuras claves del teatro en habla germánica a principios del siglo XX.
Tilla Durieux fue su nombre artístico. Nacida en Austria como Ottilie Helene Angela Godeffroy, conoció el éxito en Alemania casi de casualidad al reemplazar a la actriz principal de la recién estrenada Salomé de Oscar Wilde. Fue actriz de teatro, interpretando los grandes roles dramáticos, pero también lo fue de cine y radio. Sus conocimientos de costura le sirvieron en sus inicios para aportar el vestuario a las obras de teatro en que la contrataban. Eran años en que ser actor y tener vestuario propio equivalía a tener trabajo.
Estuvo casada en tres ocasiones, la primera con el pintor Eugen Spiro, la segunda con un galerista y la tercera con un empresario, Tilla Durieux conoció años de decadencia a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Durieux se opuso al regimen nacionalsocialista. Durante años estuvo apartada y, de nuevo, los conocimientos de costura la socorrieron hasta que volvió a recuperar su carrera actoral y recuperar el enorme reconocimiento del público.

La exposición que le dedica el Leopold Museum en Viena muestra, principalmente, los años de esplendor de Durieux con importantes cuadros, fotografías y esculturas de la actriz.
La clá
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Imágenes cortesía del equipo de prensa del Museo Leopold de Viena.