El Teatro de Marionetas de Salzburgo en Austria es uno de esos lugares imprescindibles para el visitante teatral. Salzburgo es conocida por ser la capital natal del mayor genio de la música, Wolfang Amadeus Mozart, y por el festival veraniego, centrado en la música, pero también con representaciones teatrales y operísticas.
Ciudad que surgió por el comercio de la sal gracias a las minas cercanas, Salzburgo, una ciudad de apenas 160.000 habitantes, ha sabido mantener su notoriedad conservando un entorno histórico levemente desarrollado.
Vamos con datos. Salzburgo fue sucesivamente gobernada por príncipes – arzobispos. Es patrimonio de la humanidad de la UNESCO. En la ciudad nació y creció el mayor compositor de todos los tiempos, Mozart (1756-1791). También fue la ciudad en la que el gran europeísta, Stefan Zweig (1881-1942), desarrolló gran parte de su producción novelística, e incluso teatral. A pocos kilómetros de Salzburgo nació Adolf Hitler (1889-1945), el dictador que marcaría la negra historia de Europa en las décadas siguientes. Fue en Salzburgo donde se rodó la edulcorada pero archiconocida Sonrisas y Lágrimas (1965), con unos carismáticos Julie Andrews y Christopher Plummer. Desde 1920 se organiza el Festival de Salzburgo, dedicado a la música y, principalmente, a la ópera. Los números causan mareo, con 129 millones de euros de retorno creados según el informe oficial de 2017. Desde 1980 Salzburgo es, además, el epicentro de una de las multinacionales austriacas más prósperas, Red Bull, marca que no sólo comercializa una bebida energética, sino que cambió las normas de patrocinio al crear sus propios equipos deportivos, incluida una escudería automovilística o un equipo de fútbol.
El visitante teatral está casi obligado a acudir, en primera instancia, al festival veraniego, pero fuera de la temporada alta la ciudad también ofrece espectáculos de enorme interés teatral. Visita absolutamente obligada es el Salzburger Marionethen Theater (Teatro de Marionetas de Salzburgo), declarado Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. La técnica empleada en este teatro es especial al mundo de las marionetas. En este caso se manipulan las figuras a través de 12 hilos, sin que los artistas-articuladores aparezcan en escena. Desde lo alto del escenario, y tapados por la escenografía dan movimiento a los muñecos que cobran vida sin que se vea a los marionetistas.
El Marionethen Theater de Salzburgo está vinculado a la familia Aicher que, durante tres generaciones, preservó el arte de las marionetas. Anton Aicher (1859–1930) fui quien inició la tradición teatral, pero fue su hijo Hermann Aicher, quien afianzó el repertorio musical dedicado a Mozart.
Hoy el Teatro de Marionetas de Salzburgo es lugar frecuentado por los residentes en la ciudad y, por supuesto, también por los visitantes. Ofrece un programa de repertorio compuesto, principalmente, por obras de Mozart. También ha respondido al gusto del turista atraído por el sabor de la película Sonrisas y Lágrimas que explota la ciudad.
Recomiendo optar por el repertorio clásico, en especial por La flauta mágica, una maravilla escénica llevada a vida por los marionetistas Philippe Brunner, Anne-Lise Droin, Vladimir Fediakov, Marion Mayer, Emanuel Paulus, Eva Wiener y Ursula Winzer. La pieza comienza con un divertimento al modo Píxar, es decir, con un corto de unos minutos en tono de guasa en torno a las marionetas. Es de tal sutileza y humor que no desvelo la pequeña historia.
La obra de Mozart se escucha en grabación de Deutsche Grammophon de 1955, interpretada por la RIAS-Sinfonie-Orchester de Berlín y dirigida por Ferenc Fricsay. El sonido en la sala teatral del Teatro de Marionetas es impresionante, hasta el punto que, en ocasiones, parece que las voces nacen de las propias figuras. Sobre las paredes laterales del teatro se proyecta un breve resumen de cada escena en distintos idiomas, incluido el español (la traducción no es siempre perfecta).
Este espectáculo de marionetas tiene tal cualidad estética que diría que es incluso más apropiado para adultos. Niños a partir de 9 años lo apreciarán también. En esta versión de La flauta mágica, la imaginación de la historia de Papageno se desborda. Aparecen monstruos, damas oscuras, pájaros y, por supuesto, la flauta. La UNESCO ha declarado este espectáculo patrimonio inmaterial con razón. Su finura y elegancia escénica está, para quien lo conozca, a la altura del Bunraku japonés. Plan imprescindible para quien visite Salzburgo.
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Salzburger Marionethen Theater
La flauta mágica. Duración aproximada: 2 horas y 10 minutos.
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