Qué gozada cuando talento, calidad, rostros conocidos y comedia dan con la fórmula mágica para hacer un divertimento ágil, gracioso y original. Adoro el teatro comercial, ese que va dirigido a cualquier tipo de espectador, el que no necesita prospecto médico con advertencias, el que es apto para todos los públicos. Fabricar un producto que entretenga y divierta, que funcione en un escenario exterior (como es el Anfiteatro de Mérida) y en uno interior (como es el Teatro de La Latina), es simplemente la repanocha.
El mérito es de muchos. Por un lado, del Grupo Pentación que, desde hace años, viene apostando por dar una larga vida a los estrenos del Festival de Mérida trayéndolos de gira a ciudades a partir de otoño. Pentación ha roto también con la dicotomía actores televisivos – actores teatrales. Muchos rostros televisivos se animan a sacrificar verano preparando propuestas artísticas grandiosas que suelen incluir, además de interpretación, baile y canto. Este cocktail se complementa con la contribución de maestros del oficio teatral: directores de escena, iluminadores, creadores de espacio sonoro, escenógrafos…
Este mes de julio, el Teatro La Latina está reponiendo uno de los éxitos de la pasada edición del Festival de Mérida, Anfitrión, comedia de Molière estrenada en 1668, y que toma prestadas las andanzas del mito griego narrado por Plauto allá por el 190 antes de Cristo. La comedia francesa se plantea con los clásicos enredos amorosos tan de la época, que incluyen diatribas entre los señores y los criados, y aquí se añaden además las de los dioses del Olimpo. Júpiter (Daniel Muriel) prendado de Alcmene (Toni Acosta) se hace pasar por su marido Anfitrión (Fele Martínez), partido en guerra, para así ocupar su lecho. Mercurio (José Troncoso) será el aliado de Júpiter y suplantará a Sosia (Pepón Nieto), que sufrirá no pocos altercados, entre ellos con su mujer Cleantis (María Ordóñez).
El texto lo adapta Juan Carlos Rubio, director también de la pieza, a la que ha impreso ritmo y recorte. La acción se desarrolla en un precioso paraje circense a costa de otro grande, el escenógrafo Curt Allen Wilmer. Este diseño se ha realizado en tonos pasteles y con una enorme roulotte (que es tendencia escenográfica desde hace ya unos años). Lo del ritmo de la acción no sería posible sin la participación de otro talento, el de Chevi Muraday (Premio Nacional de Danza 2006), a cargo del movimiento escénico.
Ya les avancé que el resultado es un jolgorio. Sobre las tablas algunos de los grandes cómicos de nuestro país, con un descomunal Pepón Nieto, que usa recursos de teatro clásico, con toques bufonescos y cervantinos, y me permitirán que añada, de los grandes cómicos de nuestro cine. Hay mucho guiño a Landa, López Vázquez y Pajares, tanto en su personaje, como en el de Fele Martínez, que saca vozarrón y dicción a escena. Toni Acosta demuestra lo que es, una de las emperatrices de la comedia. Muraday además le ha regalado una coreografía de baile clásico de claqué, que le acerca a las bellas actrices hollywoodienses que eran guapas, divertidas y atléticas. Adoro lo que hace Daniel Muriel, que es hacer de su dios Júpiter una especie de ídolo de animación, al que sólo le falta que le brille un diente cada vez que habla. Para María Ordóñez es un papel menos lucido, pero introduce la nota musical, con composición de Julio Awad, que interpreta con mucho gusto. Con José Troncoso siempre disfruto, y me encanta verle practicando como actor la comedia, ese género que tan bien domina como dramaturgo.
Anfritrión está estos días de julio en Madrid, y en doble función los fines de semana. Madrid ya saben que es paraíso perdido cuando se vacía en temporada alta veraniega. Y lo de Anfitrión no puede ser mejor plan, en pleno barrio de La Latina, demostrando que el mejor teatro comercial es el que une calidad, actores conocidos, grandes técnicos teatrales, divertimento y mucho trabajo.
La clá
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Anfitrión. Teatro La Latina.
Anfitrión – Teatro La Latina – Teatro La Latina
Duración aproximada: 95 minutos.
Imágenes cortesía Grupo Pentación. Fotógrafo Jero Morales.
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