Cristina Medina y Joan Estrader andan jugando a ser Michelle Pfeiffer y Rutger Oelsen en Lady Halcón, y los astros quieren que no les veamos juntos sobre las tablas. Primero fue “Sólala”, en la que la Medina se paseaba en batiné amarillo por las tablas del Teatro Alfil, y ahora Estrader lo hace con pelos alborotados en el último montaje de Pezenraya.
El espectáculo se llama “Juancállate”, que suena a grito de guerra en la línea de “Andreíta cómete el pollo”, y está dedicado al mago y escapista Harry Houdini. Estrader muestra aquí su versatilidad como artista, enseñando que es un estupendo cómico y un versado maestro del ilusionismo (*).
(*)Ésto último sólo lo repetiré en presencia de mi abogado.
Durante la función disfrutamos de los gags marca de la casa. Trabalenguas, juegos verbales y mucho surrealismo en la escenografía. Los chistes están a la altura de clásicos populares como “va un caracol y derrapa” o “va un pez y frena en seco”. Tontadas de este estilo abundan en el espectáculo.
Si en su día bautizamos a Cristina como “la reencarnación andaluza y con tacones de Groucho Marx”, ¿qué decir de Joan Estrader?… (en efecto, ¿¿¡¿¡qué decir??!?!…). Pues no seamos tímidos y digamos que Joan Estrader es un pan tumaca de Carol Burnett y Lucille Ball. Y ahí quede eso dicho para la posteridad.
Sobre los trucos disléxicos que abundan en “Juancállate”, una anécdota personal que no viene al caso. Hace unos añitos un familiar, cuyo parentesco no identificaré, se apuntó a un viaje por Turquía con turoperador. El guía turco, de nombre Hasim, sufrió la dislexia del susodicho familiar. Esta persona, y de verdad sin mala baba, se dirigió al guía llamándole unas veces “Jazmín”, otras “Jachís” y de vez en cuando una combinación fonética parecida que, al parecer, quiere decir “eunuco” en turco.
A lo que toca. Para los fans madrileños de Pezenraya, ya tienen cita obligada en el Alfil. Y quiera que Pfeiffer y Oelsen dejen ya de hacerse los interesantes y vuelvan a juntarse en un escenario en un próximo espectáculo.
La clá
*
Juancállate. Teatro Alfil
Pezenraya
Imagen por cortesía del Teatro Alfil
La clá 