“Incidentes laborales en China ponen en duda la producción del iPhone5”. Así leía un artículo publicado ayer, 6 de octubre, en el periódico El País. Seguro que esta noticia captó inmediatamente el interés de quien ya haya acudido a ver la obra “Agonía y Éxtasis de Steve Jobs” en el teatro Alfil.
Apple, Steve Jobs y todo lo que rodea a estos dos iconos, es últimamente objeto de enaltecimiento. La biografía de Steve Jobs reposa en la mesilla de muchos lectores y la pasión por los productos de Apple se ha globalizado incluso entre aquéllos que antes vivían sin esta tecnología. Ya sabemos que la muerte suele tener efectos purgatorios y la sociedad de masas es muy dada al enaltecimiento de sus ídolos, sobre todo si éstos descansan apaciblemente.
Por supuesto, la blancura de Apple no es absoluta y en ella podemos encontrar los principios taoístas del Yin y el Yang. La perfección estética de los productos de Apple se opone a las condiciones laborales de aquéllos que los fabrican, mientras que el cerebro privilegiado de Jobs tenía como reverso un difícil y endiablado carácter.
Sobre esta dualidad trata la función que David Serrano ha montado en el Teatro Alfil con la enorme aportación artística de Daniel Muriel. Se puede ver hasta principios de diciembre y, como casi cualquier plan en el Alfil, merece la pena ir con un grupo de amigos para luego continuar el debate con unas cañas.
“Agonía y Éxtasis de Steve Jobs” está escrita por Mike Daisey, monologuista y autor del off-Broadway neoyorquino. Su primera puesta en escena provocó un importante revuelo, en especial por los reportajes de investigación realizados por el diario The New York Times sobre la condiciones de trabajo en las fábricas de Apple en China.
Aunque se trata de un espectáculo-denuncia, Daisey lo barnizó con un punto cómico para evitar que al espectador se le atragante la obra (señores, no están los tiempos para ir al teatro y salir con la impresión de que le han dado a uno una reprimenda…). En este sentido, David Serrano le ha dado una definición muy acertada a la obra. Se trata de una “conferencia monólogo cómico documental de denuncia social”. ¿Y eso qué es lo que es? Pues el equivalente escénico a cualquier peli de Michael Moore (por cierto, Moore es fan de este monólogo).
El peso de la obra recae por completo en el único intérprete de la misma, Daniel Muriel, que está vibrante, manteniendo la atención del respetable durante la hora y pico de función. El espectáculo combina humor y seriedad, y en esto Muriel sabe cambiar la entonación según convenga. Pero lo más importante de su actuación es la capacidad de narrar una historia larga y compleja como quien cuenta un cuento, sabiendo que si pierde el hilo habrá perdido el interés de quien le escucha. Quizás para apoyar el esfuerzo de Muriel el espectáculo podría aportar más elementos escenográficos (imágenes, músicas, etc.) que permitieran al actor tomar aire más de vez en cuando. Su interpretación diaria debe ser, seguro, agotadora.
Volviendo a la noticia de ayer de El País, este periódico nos informa de que trabajadores de la compañía Foxconn en Zhengzhou se han declarado en huelga por las duras condiciones laborales en el proceso de fabricación del iphone de Apple. Si quieren saber más sobre qué es Foxconn, dónde está Zhengzhou, y qué pinta Jobs en todo eso, Daniel Muriel se lo cuenta en el Alfil.
La clá
*
Referencias:
Teatro Alfil: Agonía y Éxtasis de Steve Jobs.
http://teatroalfil.es/espectaculos/agonia-y-extasis-de-steve-jobs/
Solo contra Apple. El País: 15/2/2012.
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/02/15/actualidad/1329330050_808195.html
Incidentes laborales en China ponen en duda la producción del iPhone5. El País 6/10/2012:
http://economia.elpais.com/economia/2012/10/06/agencias/1349511313_183012.html
Imagen:
Daniel Muriel durante la representación. Por cortesía del Teatro Alfil.
Pingback: Los Asquerosos. Teatro Español. | La clá