La Fundación Banco Santander tiene uno de los programas expositivos más interesantes de todas las instituciones culturales de la ciudad. El público madrileño ha ido creciendo en interés por la oferta cultural de la ciudad a medida que las entidades bancarias y otras fundaciones apostaban por invertir en su labor social. Hace años cuando veías una película de Woody Allen con los protagonistas charlando en una exposición de un expresionista americano parecía una escena poco realista. Demasiado sofisticado.
Pero algo ha cambiado en estos últimos treinta años en Madrid. Son conocidas las largas colas de muchos centros, como la Fundación Mapfre, y cualquier charla social incluye una referencia a la visita de moda (¿has estado en la exposición del Caixaforum?…). Las mujeres de mediana edad muestran un particular interés y siempre es delicioso encontrarlas en cuadrilla, bien vestidas y maquilladas, en cualquier centro de arte.
Con la progresiva educación artística del público madrileño ha subido el listón de la oferta. Afortunadamente ya son raras las tediosas exposiciones del tipo “De Goya a Picasso”, y los comisarios se aventuran por propuestas más transgresoras.
La Fundación Banco Santander tiene una de las mejores programaciones artísticas, pero con el máximo cumplido viene también la crítica. No logro entender cómo persisten en mantener el centro de exhibición en la sala de Boadilla del Monte, donde está ubicada la Ciudad del Banco Santander. Si recuperasen la antigua sala del Argentaria en la calle Serrano, o encontrasen una solución de ubicación similar, les auguraría el mayor de los éxitos. Porque la Fundación programa con un criterio exquisito y rompedor, pero olvidan que el fin último de su labor social debe ser acercar el arte al público, y la Ciudad del Santander es un entorno alejado y poco grato para el ocio cultural de fin de semana.
Durante esta primavera, se ha podido disfrutar de una exposición sublime, “All the world´s a stage”, con una selección de trabajos de la colección de la galerista alemana, Ingvild Goetz. La muestra es una selección de más de noventa piezas seleccionadas entre la vasta colección, y cuyo nexo de unión es la teatralidad y la reflexión sobre la representación. Los artistas que forman parte de la exhibición están la mayoría en activo, por lo que la selección tiene un marcado tono contemporáneo, con obras desde finales de los años sesenta hasta el milenio. Abunda como medio la fotografía, el video arte y la instalación.
Karsten Löckemann ha comisariado la exposición y en su introducción hace un breve recordatorio sobre la relación entre las artes visuales y escénicas. Muchos grandes artistas contribuyeron a decorar salas de palacetes e incluso escenarios. El arte de finales del XIX y de principios del XX estrechó los lazos con la vida que se respiraba en salas y teatros. Los pintores impresionistas y post impresionistas abandonaron los paisajes para retratar a los asiduos a cabarets y bares. Dos artistas, Picasso y Matisse, llegaron incluso a colaborar con compañías artísticas en la decoración de sus representaciones.
En los años sesenta eclosionó el “performance art” o arte de la ejecución, término ligado íntimamente con la interpretación y la representación, que son la esencia del teatro. Los artistas (Joseph Beuys, Vostell, Yves Klein, Yoko Ono…) se convertían en autores y ejecutores, y su representación era la obra misma. Sin ella no había arte, y era tan efímera como su propia ejecución.
La colección Goetz arranca en esos años y el nexo común de los artistas seleccionados es el interés de todos ellos en provocar una reflexión sobre algún aspecto de la teatralidad. Ya sea sobre el papel de espectador y de la experiencia de voyeur ante un espectáculo, el de la representación, el contraste de las bambalinas o el del propio recinto teatral en su visión despojada de espectadores.
La relación entre teatro y artes visuales es tan rica que daría para muchos tipos de muestras. El atractivo de la exposición recientemente clausurada de la colección Goetz es la apuesta por la reflexión más actual, con artistas en activo. Una exposición que seguro ha generado mucho interés entre sus visitantes. En la página web de la fundación puede disfrutarse de materiales, making of y un recorrido virtual de la colección presentada.
La clá
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Fundación Banco Santander
Imágenes de la exposición por cortesía de la Fundación Banco Santander.
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