El parque del Tibidabo es un lugar insólito de visita obligatoria en Barcelona por varios motivos. Primero por las maravillosas vistas que, desde la montaña del Tibidabo (perteneciente a la sierra de Collserola), se ven de la ciudad y del mar.  También por el viaje de llegada, bien a través de una sinuosa ladera que bordea la montaña o a través del funicular que sube empinadamente.

El Tibidabo es un parque que fue construido a principios del siglo XX. Las atracciones empezaron a funcionar en el año 1905 y el parque ha mantenido ese aire de inicio de siècle, sin renunciar a la modernidad de algunas de sus atracciones. El parque tiene montadas las atracciones sobre terrazas, lo que le da un curiosísimo aspecto.

La joya del parque es el asombroso Museo de Autómatas, con figuras de principios del siglo XX. Los autómatas son juguetes mecánicos que han existido desde la antigüedad, aunque su edad de oro fue, precisamente, la primera década del siglo XX, época de la que datan muchas de las piezas que se exponen en el Tibidabo. Estos autómatas tuvieron un fin de entretenimiento, motivo por el que normalmente representan a bailarinas, músicos, magos o adivinadoras. Se construyeron también teatrillos de juguete, de los que el Tibidabo tiene una importante muestra. La mayoría de los autómatas fueron ideados a finales del XIX por el artesano Gustave Vichy.

En la ficción, uno de los autómatas más famosos es el del mago que convirtió a un niño en Tom Hanks en la película de los ochenta Big, y al que el protagonista tratará de localizar en ferias para regresar a su estado de chaval.

Volviendo al Tibidabo, cuenta la leyenda oficial que cuando Walt Disney visitó este parque de atracciones se enamoró no sólo del parque, sino también de la colección de autómatas que quiso comprar con un cheque en blanco. Tenemos la suerte de que se conservase en Barcelona, donde continúan estos artilugios teatrales en perfecto estado de funcionamiento y como exposición permanente.

Para los amantes de estos juguetes escénicos, a medio camino entre las marionetas y los actuales robots, el Tibidabo atesora una colección asombrosa.

La clá

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Parque Tibidabo Barcelona

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