Llego a este documental, como tantas otras veces, gracias a la lectura de una sección de teatro en un periódico, El País (¡gracias Marcos Ordóñez!). Esta producción puede verse en Movistar + y, en particular, en el Canal TCM. Cuatro grandes actrices dramáticas, Eileen Atkins, Judi Dench, Joan Plowright y Maggie Smith, reflexionan sobre su vida y carrera en los escenarios, y también sobre su trabajo en el cine y en televisión.
Se les nota contentas de hablar entre ellas, tienen la confianza de personas que han compartido proyectos y vivencias, pero notoriamente molestas por ser entrevistadas con carácter “retroactivo”, es decir, con el propósito de echar la vista atrás. Ninguna obvia que son ya ancianas, y todas bromean sobre sus audífonos, su apariencia o su movilidad. Lo que les incordia, seguramente, es que habiendo sido en todas sus etapas personas de enorme vitalidad y de carácter revolucionario, se vean ahora reducidas a una especie de reflejo sobre su pasado. Y eso que tres de ellas continúan en activo en súper producciones cinematográficas.
El documental se desarrolla en la casa de campo que Joan Plowright y Laurence Olivier compraron cerca de Brighton, a un paso de Chichester, donde estos dos actores promovieron el festival teatral que adoptó el nombre de la localidad. “We look awfully odd” (tenemos una pinta extraña), suelta la más irónica, Maggie Smith, justo al principio del documental. Pese a las reticencias, y los ataques de mal humor en algún momento, el resultado es una conversación sincera sobre algunos aspectos del oficio actoral.
Si hubiera un elemento en común, éste sería el del miedo a lo largo de distintos períodos de la carrera profesional. Judi Dench habla del terror infligido por algún director teatral, mientras que Eileen Atkins comparte los miedos que le surgen camino del teatro ante la representación en vivo. Las cuatro coinciden en el horror de uno de los roles femeninos por excelencia, el de Cleopatra (Anthony and Cleopatra, William Shakespeare), en parte por ese papel predominante de la mujer en la obra y, por encima de todo, por la belleza sobrecogedora que se le atribuye a Cleopatra.
Para Maggie Smith, precisamente, su miedo fue Laurence Olivier y su exceso de perfeccionismo. Ella formó parte de la compañía del National Theatre y, pese a su reconocimiento, Olivier siempre le criticó su incapacidad de pronunciar las vocales de forma del todo correcta.
Otro gran miedo ha sido, por supuesto, el de las críticas sobre su trabajo. Ellas se niegan a leerlas, pero siempre acaban llegando a sus oídos. Con gesto de dolor, alguna todavía recuerda el hiriente comentario de Caryl Brahms, una crítica de referencia, sobre alguno de sus trabajos. Coinciden en que los críticos tienen la falsa sensación de que ellas eran las reinas del mambo, sin tener en cuenta el verdadero impacto de sus palabras.
Caen otras reflexiones a lo largo del documental. Como merece la pena escucharlas en primera persona, me quedo con una última. La de la sensación de modernidad que los jóvenes creen monopolizar. Aplicado al teatro, vendría a ser la creencia, por cualquier generación de actores, de haber encontrado la forma más natural de hacer las cosas, o lo que es lo mismo, las interpretaciones.
No se lo pierdan. Próximo pase del Canal TCM en marzo y disponible unos días más en la videoteca de Movistar +.
La clá
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Imágenes por cortesía de Movistar + y Canal TCM.