“Wasted” puede traducirse como pedo, colocáo, y en una sentido más literal significa estar hecho polvo. Su sustantivo es “waste” que es desecho o basura. De todo lo que inspiran estas palabras nace una obra de teatro escrita por una poetisa, escritora y rapera británica, Kate Tempest, blanca, milenial y residente en Londres.
“Wasted” es un viaje del día hacia la noche, y de vuelta a una mañana pedo y resacosa de tres amigos que no se ven desde hace tiempo, y que recordando a un viejo amigo muerto, deciden dedicarle una noche rave de drogas, cigarros y cervezas. La autora usa las sustancias para que sus personajes se desinhiban y de su boca empiecen a salir verdades filosóficas como puños. Una incipiente crisis hacia la mediana edad o las diferencias de clases entre alumnos de entornos diferentes son algunos de los temas que se escurren en diálogos directos y con lenguaje de calle.
Esta técnica nihilista es muy “british” y el cine y la tele la han reflejado bien. Están películas como Trainspotting (1996), 24 Hour Party People (2002), This is England (2006) o series como Shameless (2004). Personajes pedo y borrachos hablan de temas más profundos de los que pueden hablar ejecutivos en la City londinense.
En “Wasted” la dramaturga ha conseguido recrear una noria que empieza y termina entre tabaco y pastillas. Veinticuatro horas en las que nada cambia, pese a que los protagonistas fantaseen con descolocar sus vidas.
Íntims Produccions (con Iván Morales como director y autor de la versión), ha adaptado la obra para que el lenguaje urbano absorba la jerga española: tío, pedo, raya, colocáo, cigarro… Y lo mismo con los poemas en clave de rap.
Carlota (Sandra Pujol) es una profesora de instituto que ve cómo sus alumnos, como ella, no tendrán un futuro dorado, que sueña con recuperar las riendas de su vida. Dani (Oriol Esquerda) es un músico enamorado de Carlota. Edu (Xavier Teixidó) trabaja en una fábrica de cerveza, con un puesto estable, novia y un tiempo libre consumido en visitas al Mediamark.
La historia empieza entre un denso humo de tabaco que sirve para envolver al público en una atmósfera opresiva de excesos de drogas y diálogos punzantes. Carlota habla de su necesidad de huir y escapar, Dani de sus sueños como músico y Edu de su rutina infeliz. El trabajo, dice Edu, es como un “sidazo” que tiene y padece, y sólo pequeñas cosas hacen que la rutina se convierta en tolerable. Ver dos coches del mismo color aparcados en línea o una invitación – porque sí – a un café.
La versión de Wasted tiene, aparte de una estupenda adaptación literaria, una enorme inteligencia en la utilización de los recursos. La historia se desenvuelve entre el público, y toda la sala del Teatro del Barrio se convierte en teatro. Se atreve incluso a llegar a la calle, a través de la salida de emergencia.
Lo que además hace a la obra absolutamente real, es el trabajo de Pujol, Esquerda y Teixidó. Viéndolos, teniéndolos al lado, con los ojos idos, cubiertos de sudor, bailando hasta la extenuación, el público acaba siendo transportado al colocón de los personajes. A un estado de semi inconsciencia del que sólo salen verdades.
“Wasted” puede verse estos fines de semana madrileños asfixiantes en el Teatro de Barrio de Madrid. Si queda algún náufrago por la ciudad, que no se pierda esta producción porque es de esas que se recuerdan años después.
La clá
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Teatro del Barrio
Sobre Kate Tempest:
Íntims Produccions:
http://www.intimsproduccions.com/
Imagen cortesía de Íntims Produccions. Fotofrafía Moledro Ouse.
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